En 1872 se fundó la sociedad de emigración europea, con el fin de promover la inmigración a Perú de ciudadanos del viejo mundo, facilitándoles pasajes y apoyo financiero para los primeros tiempos de instalación en el país, esperando una afluencia masiva como había ocurrido en otras partes de América.
Pero no ocurrió así en Perú, la cantidad de inmigrantes italianos apenas llego a 13000, a diferencia de los 3,5 millones que fueron a Estados Unidos y los 2 millones a la Argentina.
La mayor parte de ellos se afinco en Lima o en el Callao, un pequeño grupo fue a la sierra y otro a colonizar la región de Chanchamayo y La Merced, la mayoría procedía de la zona de Liguria, cuya capital es el puerto de Génova, también llegaron de Chiavarri, Sori, Sportono, y de la Lombardía. Muchos trabajaron en bodegas o grandes comercios de compatriotas. Es asi como llegaron a dominar el pequeño comercio en Lima, poniendo fondas, chinganas, cafés, pulperías, bodegas, panaderías, que modificaron para siempre nuestros hábitos culinarios.
Fueron ellos los que trajeron la moda del pan fresco tres veces al dia, trajeron el paneton, fundaron la fábrica de chocolates el tigre, la fábrica de fideos Nicolini, la heladería Capella y la D´Onofrio, que ya ha cumplido un siglo, echaron bases solidas para que la cocina que vino con ellos no fuera solo una moda, sino que estuviera respaldada por una industria alimentaria, que de inmediato adopto los spaghettis y lo convirtió en comida del domingo.
En efecto los spaghettis a la bolognesa pasaron a llamarse, tallarines en salsa roja, aquellos al pesto tallarines en salsa verde, y los fideos entraron en la composición de la famosa sopa a la criolla y sopa a la minuta, platos de batalla en cualquier fonda limeña.
Esta vez quiero mencionar un plato que es típico en nuestras mesas los domingos, son los tallarines verdes (pasta larga generalmente linguini o fetuccini) este platillo es derivado de la pasta al pesto, claro esto es algo que a los italianos puristas no les agrada, sin embargo es una rica alternativa para cualquier latino con corazoncito criollo.
Los primeros inmigrantes italianos trajeron al Perú no solo ganas y trabajo para probar la buena fortuna, también llegaron con su gastronomía y técnicas culinarias. La salsa pesto, por ejemplo, proviene del noreste italiano (Génova), se elabora con albahaca, nueces, oliva, ajo y queso parmesano; en el Perú, sufre una variante, las nueces se cambian por pecanas y se le añade leche y queso fresco. Los tallarines verdes (o al pesto) caen muy bien acompañados de una sábana de bistec apanado encima y hoy en día, junto los tallarines rojos, constituyen uno de los aportes italianos que se consumen a diario en cualquier hogar peruano.
PREPARACIÓN DE TALLARINES VERDES
Ingredientes:
1 k de tallarines
- 2/3 de taza de leche evaporada, aproximadamente
- 300 g de hojas de albahaca frescas
- ½ k de hojas de espinacas frescas, lavadas
- ¼ de taza de nueces picadas
- ½ taza de aceite, aproximadamente
- 400 g de queso fresco
- 120 g de queso parmesano rallado, aproximadamente (opcional)
- Sal
Preparación:
Empieza esta receta poniendo agua en una olla y luego colocas las hojas de
espinaca por partes por un tiempo de un minuto. Después, retíralo, escúrrelo y déjalo secar.
De ahí, pon a soasar las hojas de albahaca tenuemente en una sartén. En la licuadora echa las espinacas, las hojas de albahaca, el aceite, la leche, las nueces y el queso fresco. Licúalo hasta que notes que se forma una crema espesa. Sazónalo con sal y agrega el queso parmesano al gusto, según tu gusto.
Cocina los tallarines con una gran cantidad de agua y según tu preferencia. Déjalo cocinar hasta que estén “al diente”. Finalmente, escúrrelo y regrésalo a la olla. Echa la cantidad necesaria de la salsa, caliéntala y sírvelo de inmediato.
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